Summary
SummaryI’m Erika García, originally from Mexico City. After my painful divorce, I spiraled into shameful behaviors—one night I drank so much I barely remember getting home. Waking up alive and unhurt, I realized it was God’s mercy that gave me a second chance. The next morning, I surrendered everything to Jesus and felt a peace I hadn’t known. Despite my embarrassment, I walked into the Church of the Nazarene, where Pastor Elías welcomed me with open arms and tears of joy. Through that community, even facing a cancer diagnosis, I’ve found forgiveness, hope, and a family that carries me forward every day. 🙏❤️
Después de su divorcio, Erika hizo frente a su dolor y arrepentimiento de una manera de la que no está orgullosa. Ella pensó que Dios ni siquiera querría mirarla. Luego, tras una intervención milagrosa, todo cambió. Descubrió que Jesús es perdón y amor. Y a través de su iglesia, encontró una familia que caminaría con ella en los momentos más difíciles, incluso un diagnóstico de cáncer. ¡Por eso está llena de esperanza!
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Transcript
Hola, mi nombre es Erika García y yo vengo de la Ciudad de México. Estoy aquí desde el año de 1995.
Vine cuando tenía casi 18 años y en el año 2000 fue cuando acepté a Jesús como mi absoluto salvador. A la familia de mi exesposo, ellos me invitaron a un servicio y ahí fue cuando yo empecé a aprender la palabra de Dios. Pero como un año o dos después de esto, lamentablemente mi matrimonio se rompió y nos divorciamos. Y de ahí la verdad que hice cosas que de verdad no me sienten. Y me siento orgullosa y me da vergüenza. Cosas que no eran buenas. Un día me encontraba en mi casa, dormidita en mi cama, tan a gusto. Pero la verdad que no debería de haber estado ahí. Porque la noche anterior yo había tomado mucho y ni siquiera me acuerdo cómo llegué a la casa. No recuerdo.
Y la verdad que ahí me di cuenta que fue Dios quien me mantuvo a salvo y me dio una nueva oportunidad. Porque pude haber causado un accidente, pude haber perdido mi vida o pude haber matado a alguien. Y no debería estar en mi casa, debía haber estado en otra parte, menos ahí. Y fue que me di cuenta que Dios me ha dado una nueva oportunidad. Y fue ahí que me rendí. Me rendí a Él, y le pedí perdón, y le pedí que tomara control de mi vida. Y fue ahí que reconocí que necesitaba de Dios. El siguiente día fue un domingo, me acuerdo, y me levanté temprano. Algo que no hacía en mucho tiempo, no me levantaba temprano los domingos. Y ese día me levanté a la noche.
temprano y me senté en mi cama y lo primero que vino a mi mente era quiero ir a la iglesia quiero escuchar la palabra de dios y fue ahí que vine a la iglesia del nazareno donde tenía un buen amigo que es el pastor elías aunque la verdad me daba vergüenza verlo porque yo él me conocía y sabía lo que yo andaba haciendo que no era nada bueno me daba vergüenza mirarla a los ojos pero cuando yo vine a él él le dio tanto gusto verme que mi corazón se quebró y de ahí yo he seguido a dios y le dije que lo iba a seguir todos los días de mi vida.
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